El ciclismo es un deporte que, por practicarse casi siempre en el exterior, obliga al ciclista a pasar largos ratos expuesto a los rayos del sol. Si bien es cierto que deberíamos proteger la piel durante todo el año, es en la época de verano cuando los rayos UVA inciden más y pueden provocar graves daños en la piel. Incluso cuando el día está nublado. Es habitual ver a los asiduos a la bicicleta con marcas solares. El culote y el maillot se intuyen muy bien en el cuerpo de los riders, bronceado por partes.
Antes de salir a rodar, pues, hay que prepararse. Es conveniente aplicar la loción antes de salir, y lo mejor es optar por un protector solar con un factor de 30 FPS o superior. Hoy en día existen productos muy fáciles de aplicar, en spray por ejemplo, que además son ligeros y poco aceitosos, evitando así molestias como que las manos nos resbalen en el manillar.
Las piernas, los brazos y la cara son las partes más obvias al aplicar la crema, pero no podemos olvidarnos del cuello, la nuca o las orejas.
Y tan importante es proteger la piel de los rayos solares como la vista. Nunca podemos olvidar unas gafas apropiadas adecuadas a nuestros ojos. Es importantísimo que filtre el 100% de los rayos ultravioletas y que tengan una buena luminosidad para no forzar la vista. Los daños en la retina debido a estos rayos pueden provocar a largo plazo problemas tan serios como desprendimiento de retina o cataratas. También es muy importante una buena sujeción y unas lentes resistentes, para proteger la vista del aire o de proyectiles como insectos o pequeñas ramas.
Además, hay otros pequeños factores que si tenemos en cuenta, nos pueden ayudar a la hora de protegernos. Aunque obvio, hay que intentar no salir a rodar en las horas más críticas, es decir entre las 12 horas y las 17 horas. Aplicar la loción en todo el cuerpo, aunque algunas partes vayan a quedar tapadas. No toda la ropa protege de los rayos UVA. Si vamos a estar mucho tiempo expuestos, es conveniente ir reaplicando el producto.
Y por último, después de llegar a casa y ducharnos, aplicar una crema para después de la exposición al sol, un “aftersun”. Además de refrescar, hidratará la piel y la reparará después de haber estado horas al sol.
No hay excusas, practica el deporte que más te gusta de la manera más segura.